Si el término wealth management o gestión patrimonial es nuevo para ti, hoy te ayudaremos a aclarar tus dudas. A lo largo de nuestras vidas tomaremos muchas decisiones financieras y acumularemos ingresos, propiedades y otros activos. Sin embargo, es común cuestionarnos si estas decisiones realmente fueron adecuadas.
La gestión patrimonial es un servicio de asesoría que busca ayudarte a cumplir tus objetivos financieros, acompañándote en las decisiones más importantes relacionadas a la gestión y planeación de tu patrimonio.
Cuando una persona invierte sus activos, automáticamente pone su dinero a trabajar con el propósito de que éste le genere rendimientos y crezca en el largo plazo.
Siempre es importante recordar que (a) existen riesgos en la mayoría de las inversiones, y (b) a mayor riesgo, mayor rendimiento. El riesgo en inversiones implica rendimientos inciertos, sin garantías. Por ello, ante la duda siempre es importante apoyarse de profesionales —sin sesgos ni conflicto de interés— que puedan ayudarte a cuantificar el riesgo y evaluar objetivamente si este nivel de riego es adecuado para ti.
Entonces si tengo dudas, ¿debo acudir a figuras públicas que suben videos en youtube o Tiktok? ¡NO!
Muchas veces caemos en el juego de creer todo lo que nos dicen, especialmente si son personas que muestran su éxito al mundo y te ofrecen seguir sus pasos. Pero la realidad no es así; los planes de inversión deben ser personalizados, como una dieta — lo que le funcionó a uno no tiene por qué funcionarle al otro.
Una gestión patrimonial holística busca que tus inversiones sean óptimas para tu plan de vida, velando siempre por tus intereses y buscando el crecimiento patrimonial de largo plazo.
Un mito muy común es que este tipo de servicio únicamente esta dirigido a personas que poseen grandes capitales, pero esto tampoco es cierto. Para la mayoría de los asesores financieros independientes, el objetivo principal es crecer con el cliente. Es decir, el asesor prefiere cultivar la confianza del cliente para crecer su patrimonio durante 20 años (alineando intereses), que administrar grandes inversiones por sólo un par de años.
Revisar las finanzas personales de manera recurrente es una necesidad, como ir al dentista — quizá no le quieres dedicar tiempo y lo pospones lo más que puedas, pero ignorarlo te puede traer graves consecuencias. Es importante crearnos el buen hábito de revisar nuestras finanzas personales, y si no tenemos tiempo o cabeza para hacerlo, delegarlo.
Esto aplica para todos los profesionistas, emprendedores, dueños de PYMES, freelancers, etc. —todo aquel que tenga ahorros y quiera aprovechar la oportunidad de poner su dinero a trabajar.
Al final del día todos tenemos metas y sueños financieros — desde unas vacaciones, una casa, o simplemente un merecido retiro digno. Es importante acercarnos a profesionales que dediquen tiempo a entender nuestro pasado, presente y futuro, y que luego nos diseñen “trajes a la medida” para encaminarnos a lograr nuestros objetivos.
-Karla Borja V.